Sigo de vacaciones, ahora mismo estoy en Ávila, pero igualmente me ha dado tiempo a dejaros una entrada con el bizcocho de esta semana.
Desde que empecé con la repostería he querido hacer este bizcocho. Primero no encontraba el molde, y cuando por fin lo tuve, no sé por qué (supongo que porque tenía un montón de bizcochos para hacer) al final lo dejaba de lado.
Pero se acabó, aquí lo traigo.
Según mi amiga "Wikipedia" el Angel food cake es un tipo de bizcocho originario de Norteamérica. Se popularizó primero en Estados Unidos a finales del siglo XIX. Se llama así debido a su ligereza, por eso se considera "comida de ángeles".
La receta es del libro de la Biblia de los pasteles, libro que me encanta y que recomiendo siempre que me preguntan. Si no lo tenéis, no perdáis más tiempo, merece mucho la pena :).
Este tipo de bizcocho se hace con un molde especial, con un agujero en el centro y "patitas", ya que se tiene que enfriar boca abajo, y de esta manera corre el aire por el interior. Además el molde no necesita estar engrasado, así que nos saltaremos ese paso.
Es un bizcocho dulce, apenas tiene grasa y es muy esponjoso. Como colofón no contiene colesterol :p.
Ingredientes: para un molde de 25 cm (a mí me han salido dos de 15 cm).
- 28 gr de cacao en polvo sin azúcar (por fin he podido estrenar el de Hersey que compré hace unas semanas :p)
- 60 gr de agua hirviendo.
- 2 cucharaditas de vainilla (yo he usado la de vahiné).
- 350 gr de azúcar (repartido en dos bols, uno de 200 gr y otro de 150).
- 100 gr de harina.
- 1/4 de cucharadita de sal.
- 16 claras de huevo grandes (unos 480 gr).
- 6 gr de cremor tártaro (sirve para estabilizar las claras, si no tenéis podéis echar una pizca de sal)
Elaboración:
- Ponemos a precalentar el horno a 170º con calor arriba y abajo, sin ventilador (si es con ventilador entonces a 150º) y con la bandeja puesta en el centro.
- Mezclamos en un cuenco grande la harina, 200 gr de azúcar y la sal. La batimos durante 1 minuto para que se mezcle todo bien.- En el bol de la batidora batimos las claras junto con el cremor tártaro (o la sal) hasta que formen picos más o menos firmes. En este punto comenzaremos a agregar el resto del azúcar, poco a poco, y dejamos batir hasta que, al levantar las varillas, nos queden picos bien firmes.
- En un cuenco mezclamos el agua hirviendo con el cacao en polvo y la vainilla. Nos quedará una crema con consistencia similar a la Nutella.
- Cogemos la medida de un vaso del bol de las claras montadas, y lo echamos sobre la mezcla de cacao con agua. Removemos hasta que se quede una mezcla homogénea.
- Con ayuda de un tamiz, vamos echando poco a poco la mezcla de harina sobre la de las claras. Cada vez que añadamos un poco, removemos con una espátula (para evitar que se nos bajen las claras).
- Una vez hayamos terminado de agregar toda la harina, echaremos la mezcla de cacao y removeremos hasta que se integren por completo.
- Lo sacamos y lo dejamos enfriar con el molde boca abajo hasta que se enfríe por completo (en torno a una hora y media).
- Después lo desmoldamos separando las paredes con una espátula. A continuación, haremos lo mismo con la parte del tubo.
Es jugoso y húmedo por dentro, superesponjoso, ahora entiendo por qué se llama comida de ángeles. Es muy ligero.
Para mi sorpresa se desmolda muy bien, aunque queden algunos restos en el molde.
Es un buen bizcocho para el desayuno, muy dulce, pero el cacao le da un toque amargo que lo contrarresta. Tengo que decir que está buenísimo.
¿Habíais hecho alguna vez uno?, ¿cuál os ha gustado más?
Nada más, a seguir disfrutando de las vacaciones.
Un besote y gracias por leerme ;)
16 claras de huevo?! son demasiado T_T eso si, tiene una pintaza...
ResponderEliminarJajaja, yo también pensé lo mismo, y de hecho me salieron dos bizcochos. Si quieres prueba a hacer la mitad de cantidad ^^
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